No solo las playas en Nerja y los pueblos cercanos tienen un encanto especial, también los acantilados en Nerja tienen su encanto. ¿Quieres saber cuáles son los más espectaculares?
Los acantilados en Nerja más conocidos
Barranco de Maro. En la desembocadura del Barranco de Maro, está una pequeña y bonita cala de cantos rodados. Se puede acceder a este lugar pasado el kilómetro 294 de la carretera N-340 en dirección Nerja-Almería. El desvío a la antigua carretera está justo antes del inicio de una curva. Al de 300 metros, antes de pasar un puente, hay que desviarse a la izquierda.
Aquí no es aconsejable ir con el vehículo, a no ser que este sea un 4×4. Sin embargo, al llegar a una caseta, el camino habrá que hacerlo a pie, ya que es una senda rodeada de campos de cultivo. Habrá que seguir el camino por la parte izquierda hasta llegar a una construcción para descender hacia la cala.
La Caleta. La belleza de este lugar reside en su aspecto un poco salvaje. Puedes aprovechar a bajar a la playa arenosa que está a resguardo de los acantilados y la Vega de Maro. Para acceder, se entra por la rotonda que va a la Cueva de Nerja y dirigirte hacia Maro. Eso sí, es aconsejable dejar el coche en el aparcamiento que se encuentra en la plaza del pueblo que encontrarás en el trayecto y hacer a pie el resto del camino.
Maro. Los acantilados de Maro son espectaculares y se toma la misma carretera para ir a la Caleta. Puedes aprovechar a llevarte un bocadillo y comerlo tranquilamente en el merendero. Para después dar un paseo por la playa. Esta suele estar más frecuentada durante la época estival.
Torre de Maro. Es una de las torres de vigía que encontrarás por esta zona. Para subir hasta su ubicación hay que ir hasta el kilómetro 297 de la carretera N-340 y tomar el camino de tierra. Aquí verás tanto cultivos como un pinar. Llegarás a una parte más ancha, pero aquí habrá que ir a pie por una vereda desde la que disfrutar de los olores de las plantas aromáticas que hallarás por el camino hasta llegar a la torre. Una vez arriba, comprobarás que las vistas son espectaculares.
Molino de Papel. El nombre se debe a una antigua fábrica de papel con este nombre. Hoy tan solo quedan unas ruinas. Pero en sus proximidades se encuentra una playa amplia y arenosa en la que desembocan el arroyo de Los Colmenarejos y el río La Miel.
Las Alberquillas. Esta es otra playa que a su vez está unida a la anterior del Molino de Papel. Esta playa tiene poca ocupación por lo que muchos deciden desplazarse hasta aquí para relajarse.
Calas de Pino. Entre la Torre del Pino y la playa de las Alberquillas se encuentran dos calas separadas por rocas. Aunque se puede pasar de una a otra cala, sin problema. Se accede a ellas a través de un empinado camino que parte de una curva abandonada de la antigua carretera nacional N-340 pasado el km 299.
Cala El Cañuelo. Su tamaño y su merendero hace que sea una de las zonas más frecuentadas. Además, se puede ir en autobús durante la época estival o andando, ya que el recorrido no llega a un kilómetro.
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